Normalmente en casa compramos los nuggets de pollo en la sección congelados del supermercado, por un tema de comodidad, para simplemente llevarlos al sartén o al horno, pero luego de saber que es lo que exactamente contienen, me dan un poco de asco. Pero como quiero seguir comiendo nuggets de pollo, busque la alternativa más "saludable", es decir, hacer los nuggets desde cero, desde cocer el pollo, desmenuzarlo, armar las bolitas y llevarlas al horno o al sartén.
Además que por la misma plata que se gasta en una bolsa de 24 nuggets, compro una pechuga de pollo y consigo más nuggets que en una bolsa tamaño familiar.
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo grande (o dos pequeñas)
- 2 dientes de ajo
- 1/4 de cebolla (o una cebolla muy pequeña)
- 1 zanahora pequeña
- 1 trozo de pimentón (de cualquier color)
- 1 huevo grande
- 1 taza de harina sin polvos de hornear
- Queso rallado
- Sal y Pimienta
Preparación:
En una olla juntar el pollo (sin piel ni grasa) junto con un diente de ajo, cebolla, pimentón y zanahoria. Agregar sal a gusto y agua hervida y dejar cocer hasta que el pollo esté listo. Poner el pollo en un plato y dejar que se enfríe. Con el líquido restante en la olla puedes hacer caldo de pollo (lo dejas enfriar y lo vacias en hieleas y congelas) o puedes agregarle más agua y unos fideos y hacer sopa de pollo.
Una vez que el pollo esté frío comienzas a desmenuzarlo. No importa si lo desmenuzas de manera uniforme porque luego lo pasarás por el procesador de alimentos. Mientras tanto, mezcla el harina con el queso rallado y agregale el otro diente de ajo. Puede ser picado muy finamente o puede ser rallado. En otro plato, mezcla el huevo con sal y pimienta. Con una cuchara de té, haz bolitas de pollo. No te preocupes si no quedan muy perfectas, luego las puedes moldear con las manos.
Pasalas por la mezcla del huevo, sal y pimienta y después por el harina, queso y ajo. Cuando estén todas listas las puedes freír o meter al horno. Yo las hice fritas y las dejé hasta que se pusiera doraditas. No hay que pasarse mucho, recuerda que el pollo ya está cocinado.
Las puedes servir como parte de una comida acompañadas de arroz, puré o ensaladas o como snack, junto a unas ricas salsas.
Recuerda que no necesariamente las tienes que hacer como bolitas, las puedes hacer de la forma que quieras.